¿Cuánto te quieres?

El exceso de amor propio perjudica seriamente la salud: te convierte en una persona soberbia, altiva, presuntuosa, engreída... El déficit también es altamente nocivo. Entre el narcisismo exagerado y el repudio visceral. 

Reconocer y apreciar la imagen que nos devuelve el espejo no siempre es sencillo. Encontrar el equilibrio en el amor que nos profesamos a nosotras mismas es fundamental para hallar la armonía.

Demasiado amor

- Te miras al espejo y no te reprimes: Por qué no vas lanzarte un piropo. Es una de las terapias psicológicas que te prescriben cuando el ánimo está decaído y alterado. Pero entre el halago que te sube la moral y la soberbia de Narciso, que se ahogó en un lago porque no se cansaba de observarse a si mismo, hay un abismo. No hace falta que caigas en él.

- Rotundamente: ¡te adoras!: Quizá se te ha ido la mano trabajando esto de la autoestima. No hay riesgo: no hay posibilidad de que confianza en ti misma se quiebre.

- Cultiva también la modestia: Después de ese completísimo curso de autoestima que ha concluido con unos resultados brillantes puedes ponerte manos a la obra y comenzar a trabajar con la modestia. Es un valor imprescindible.

- Contrólate. Tanto amor hacia sí mismo le desborda. Se te han subido los humos y se hace dificil tratar contigo mismo. Está bien que detectes todas tus virtudes, que las resaltes y que las cultives, pero tampoco hace falta que las pregones a los cuatro vientos. Sé más discreto. Si eres un poco más sutil, los demás percibirán que eres maravilloso y no se sienten amenazados por tu grandeza.

Necesitas más amor propio

¿Quién te va a querer si no te quieres tú?: No seas tacaño con tus sentimientos, ni siquiera cuando se refieren a ti: date un poquito más de amor. ...

Una mínima dosis de altivez... no te haría daño: Apúntate al curso de autoestima que tanto éxito ha tenido. Las lecciones básicas te darán la seguridad y la confianza imprescindibles. Claro que deberás procurar no excederte en el número de sesiones no sea que corrijas el déficit con una dosis extrema de amor propio.

Potencia tus virtudes y esconde tus defectos: Hay personas que, en cuanto tienen oportunidad, se hacen con el micrófono para cantar a diestro y siniestro sus infinitos defectos. ¿Por qué? Quizá los demás no habían percibido eso que a ti tanto te atormenta.

Fuente : Internet