Somos lo que queremos...

Dios nos dio una barita mágica para realizar todos nuestros sueños y esa barita es la creatividad. Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto tenemos todos sus poderes y atributos; el problema radica en que no lo ejercemos porque no tenemos el nivel de conciencia para saber quienes somos realmente y menos aun el manejo de los poderes inherentes a nuestra identidad divina.

Dentro de nuestra inconciencia no utilizamos la totalidad de nuestros atributos y los pocos que usamos, lo hacemos de manera mecánica, sin conciencia de su valía, sin la más remota idea de las cosas maravillosas que podríamos lograr si usáramos conscientemente nuestra naturaleza.

En la medida que practicamos de manera positiva ese don maravilloso, nos identificamos cada vez más con Él y disfrutamos de su esencia, presente en cada uno de nosotros, que es la expresión pura de su Amor manifestada en un estado gozoso sutil que va tomando cuerpo hasta producir un estallido inmensurable que lo abarca todo, entrando en resonancia con el Amor Universal que es la manifestación misma del Todo Poderoso, Dios Universal, Dios Totalidad.

Nuestra baja autoestima nos hace creer que somos mucho menos de lo que realmente somos… Lo aceptemos o no, nuestra identidad es Divina, aunque nuestra inconciencia y falsos valores nos lleven a actuar de manera contraria a la verdad y a la justicia. Nuestro poder es tan grande que siempre hacemos lo que queremos, tenemos el don de la voluntad, podemos elegir hacer lo que queremos, aunque a veces tenemos ideas que nos hacen creer que no podemos…

Consciente de lo antes dicho, el secreto radica en elegir sólo lo mejor, no deberá haber otra opción que no sea lo máximo, lo insuperable, lo óptimo. Cuando a nosotros llega la desgracia es porque de una u otra forma la hemos creado, porque hemos creído que por medio del dolor estamos creciendo, y si es cierto que en otros tiempos fue así, la única razón por la cual esto continúa existiendo es por que en nuestro sistema de creencias lo mantenemos vigente.

Mantén tus pensamientos positivos porque tus pensamientos se convierten en tus palabras.

Mantén tus palabras positivas porque tus palabras se convierten en tus acciones.

Mantén tus acciones positivas porque tus acciones se convierten en tus hábitos.

Mantén tus hábitos positivos porque tus hábitos se convierten en tus valores.

Mantén tus valores positivos porque tus valores se convierten en tu destino.

Fuente : Ciudadfutura