9 de octubre del 2012 - Martes

Fuerte
 
¡Estoy lleno de la vida, la fortaleza y la energía de Dios!

Mi cuerpo responde a mis pensamientos y sentimientos. Si me siento deprimido, mi cuerpo lo siente. Si estoy tenso o apurado, mi cuerpo se pone tenso y cansado. Del mismo modo, mi cuerpo responde con rapidez a los pensamientos positivos. El afirmar con convicción: ¡Estoy lleno de la vida, la fortaleza y la energía de Dios! hará surgir sentimientos de vida y fortaleza en mí. Mi cuerpo, mente y espíritu responden a las oraciones que afirman vida.

Siento una oleada de energía en todo mi ser. Me siento lleno de la fortaleza de Dios. Como hijo de Dios, puedo apoyarme en la fortaleza divina para hacer todo lo que debo hacer, para ser todo lo que puedo ser y para lograr todos los deseos de mi corazón. ¡Qué verdad tan edificante!

El gozo del Señor es nuestra fuerza.—Nehemías 8:10