1 de febrero del 2013 - Viernes

Fe
 
La fe hace que perciba la sustancia del Espíritu. Activo el poder de mi fe al elegir ver los cambios como potencial espiritual. Desde este punto de vista, enfoco mi atención es pensamientos dinámicos que revelan posibilidades divinas no visibles todavía para mí.

Cuando entro en oración, no oro por fe. ¡Mi oración indica que ya tengo fe! Reclamo esa fe al afirmar: ¡Ningún reto tiene poder sobre mí! El poder y la fortaleza de Dios en mí cambia, da forma e ilumina todos los aspectos de esta situación para hacer mi camino claro.

La impaciencia, la duda o el escepticismo de los demás no me afecta. Pongo mis pies fuertemente en la Verdad —¡me paro firmemente en la fe!

Si ustedes no tienen una fe firme, tampoco quedarán firmemente en pie.—Isaías 7:9