07 de Enero de 2017- Sabado

La presencia de Dios me mantiene paciente y sereno todo el tiempo.

Paciencia
Cuando me encuentro con demoras e impedimentos, ¿cómo reacciono? La experiencia me dice que enojarme o impacientarme no mejorará la circunstancia. Una fila lenta no se va a mover más rápido porque frunza el ceño. El tráfico no se agiliza porque demuestre frustración. Lo que sí puedo hacer que ofrece beneficios es visualizar resultados correctos para los demás y para mí. Si hay una demora, utilizo el tiempo para centrar mis pensamientos y dar gracias por la presencia de Dios en mí. Practico respirar lentamente mientras afirmo: Yo soy sereno. Estoy en calma. Al ser paciente fomento mi paz. Me abstengo de decir o hacer algo de lo que me arrepienta más tarde. Al mantener pensamientos de paz soy paciente y siento calma.

Salmo 42:1
Como ciervo que brama por las corrientes de agua, así mi alma clama por ti, mi Dios.