15 de enero de 2017- Domingo

Salgo de mi zona de comodidad y permanezco atento a Dios.

Entrega
Un bote atado a un muelle nunca experimentará aquello para lo cual fue creado. De manera similar, yo he de librarme de cualquier limitación para poder experimentar plenamente la vida que Dios ha creado para mí. Las aguas de mi vida pueden variar de turbulentas e inexploradas a puertos seguros de quietud. ¿Cómo proseguir? Entregándome con fe a la voluntad divina. Pregunto internamente: ¿Existen momentos en los que me aferro a lo cómodo y seguro en vez de avanzar? Sabré cuando sea hora de soltar las amarras: cuando el permanecer anclado en la orilla sea más incómodo que lanzarme a lo desconocido. Como dice la canción de Karen Drucker: “Dejo ir la costa y floto hacia el misterio”.

Lucas 5:4
Lleva la barca hacia la parte honda del lago, y echen allí sus redes para pescar.