02 de Febrero de 2017- Jueves

iVivo en la luz de Dios!

En la luz
Estoy inmerso en la siempre presente luz de Dios, la luz del espíritu y el amor. Dondequiera que esté, dicha luz resplandece sobre mí. En esta luz sagrada encuentro mi expresión divina. Centro mis pensamientos en la conciencia de esta luz. Cierro los ojos y siento la Fuente invisible a mi alrededor, envolviéndome. Respiro en ella, imagino que su efervescencia fluye en mí y a través de mí. No existe oscuridad que esta luz no pueda disipar. Siento su cálido resplandor que toca todo aspecto de mi ser de adentro hacia afuera. Mi corazón está lleno de compasión; mi mente impregnada en sabiduría; mi alma elevada en unión. Soy uno con la luz, vivo en ella y ¡soy una expresión de la luz de Dios!

1 Juan 1:5 
Este es el mensaje que hemos oído de él, y que les anunciamos a ustedes: Dios es luz, y en él no hay tiniebla alguna.