13 de Febrero de 2017- Lunes

Soy parte del universo ordenado de Dios. El orden divino obra en mí.

Orden divino
Mientras más consciente esté de la presencia de Dios, más claramente reconozco el orden divino. Pienso en las personas, las decisiones y las situaciones que me guiaron hacia los resultados perfectos. El orden divino no es establecido porque yo hago que las cosas sucedan; dicho orden es evidencia de la actividad de Dios en mi vida. Tratar de controlar y forzar resultados específicos puede producir obstáculos y desilusiones. Mantengo mis deseos en la mente y el corazón con fe. Busco la guía divina y actúo con confianza basado en ella. Creo un espacio receptivo en mi mente y confío en que Dios sabe cuándo y cómo llegarán mis bendiciones. Soy parte del universo ordenado de Dios. Permito que el orden divino obre en mí.

Eclesiastés 3:1
Todo tiene su tiempo. Hay un momento bajo el cielo para toda actividad.