15 de Febrero de 2017- Miercoles

Creo ondas de bondad adonde quiera que voy.

Un pequeño acto de bondad tiene el potencial de transformar vidas. Un gesto amoroso puede ser tan sencillo como decir una palabra amable, dar una sonrisa o estar dispuesto a escuchar. En verdad, todos somos uno; así que todo acto cordial va más allá de la persona que lo recibe. Cada pensamiento, palabra y acción gentil produce una reacción en cadena. Soy cordial con las personas a mi alrededor, no importa a quién le dirija mi bondad, bien sea a un familiar o a un desconocido. Mi corazón está lleno de alegría y comparto mi buena voluntad con los demás. (F)

Efesios 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.