10 de Marzo de 2017- Viernes

Estoy presente en este momento de paz y serenidad.

Paz interna
Aun en mis mejores días, las situaciones de la vida pueden parecer caóticas. Cuando esto sucede, aparto la atención de mi mente pensante y la enfoco en la energía de mi corazón. Afirmo las palabras de Jesús: ¡Silencio! ¡A callar!

En momentos tranquilos de oración, reconozco que el amor divino me brinda paz. Al suscitar la serenidad, soy como un centro de calma en medio de una tormenta. Incluso cuando los vientos de la vida rugen a mi alrededor, permanezco centrado. Sé que en cualquier momento puedo ir a mi interior, a un santuario de paz. Esta verdad me hace descansar. Logro un estado de quietud que me ayuda a superar cualquier desafío. Adopto una actitud apacible que expresa la serenidad y el amor que siempre están presentes en mi alma.

Marcos 4:39
¡Silencio! ¡A callar!