03 de Mayo de 2017- Miercoles

La paz y la fortaleza de Dios me infunden.

Paz interna
En cualquier momento en el que me sienta ansioso o preocupado, acudo a las palabras de Jesús por inspiración: “Por lo tanto, les digo: No se preocupen por su vida, ni por qué comerán o qué beberán; ni con qué cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?”. (Mateo 6:25).

Dios es la fuente del aire que respiro, el alimento que nutre mi cuerpo y el espíritu que consuela mi alma. Inhalo esta verdad. Exhalo dejando ir cualquier pensamiento de escasez o limitación. Siento que regreso a esa paz interna profunda y moradora que infunde mi ser. Con Dios como mi fuente constante, la fortaleza, el gozo, la tranquilidad y la gratitud me llenan.

Mateo 6:26
Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan... y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas?