12 de Mayo de 2017- Viernes

Vivo desde una conciencia del amor de Dios.

Orar por otros
Cuando mis amigos o seres queridos me piden que los mantenga en oración, siento honor y respeto por esta actividad sagrada. Ante cualquier necesidad, afirmo que Dios es la respuesta. Dios siempre es la respuesta. Oro dirigiéndome a mi interior, a mi conciencia de Dios, y apartando mi atención de las apariencias del mundo externo. Afirmo que todos los seres son expresiones perfectas del Espíritu divino. Visualizo que soy un canal viviente del amor de Dios. Permito que este amor fluya por medio de mí para envolver a quienes acuden a mí por oración. Oro para que conozcan la vida, la paz y el amor divinos. Al mantener a otros en esta conciencia, las palabras que digo tienen verdad y poder.

Efesios 3:16
Pido al Padre que de su gloriosa riqueza les dé a ustedes, interiormente, poder y fuerza por medio del Espíritu de Dios.