20 de Agosto de 2017- Domingo

Nunca estoy lejos de Dios según avanzo en esta experiencia de vida.

Mi fuente
Cuán a menudo etiquetamos a los demás y a nosotros mismos. Nunca debemos definirnos ni limitarnos por los papeles que somos llamados a desempeñar en nuestras vidas humanas.

No existen límites para el poder infinito de la creación que se expresa por medio de nosotros. Nuestra fuente espiritual nunca nos declarará completos, ya que somos uno a través de toda la eternidad, siempre creando, siempre manifestando más nuestra divinidad. Nunca estamos separados, porque somos –individualmente y colectivamente– uno con nuestra fuente.

Cuando vivimos en amor como expresión de la presencia y el poder, expresamos la sabiduría y la bondad del Espíritu a través de cada reto que superamos y cada decisión que tomamos.

Juan 13:31
Ahora el Hijo del Hombre es glorificado, y Dios es glorificado en él