25 de Noviembre de 2017- Sabado

Mi vida es una oración.

Oración
Mis oraciones son más que palabras dirigidas a Dios. Mis pensamientos y emociones también son parte de mis oraciones. Oro más efectivamente cuando lo que digo, pienso, siento y hago están alineados con aquello por lo cual oro. Al orar por curación, afirmo salud; enfoco mi atención en sentimientos de paz y bienestar. Creo de todo corazón en el poder de la presencia de Dios que obra en mí. Tomo acción para atender las necesidades físicas, de alimento y de descanso de mi cuerpo. Visualizo que mi cuerpo es sano y que funciona perfectamente bien. Mis oraciones hacen eco por todo mi ser. Con conciencia, intención y práctica, desarrollo y fortalezco mi hábito de oración, el cual es la suma, holística y constante, de cómo vivo. Mi vida es una oración.

Colosenses 4:2
Dedíquense a la oración