09 de Enero de 2018- Martes

TENGO CONFIANZA EN MI CRECIMIENTO ESPIRITUAL.

La vida está llena de momentos para dejar ir. Un pájaro deja ir la rama para volar. Los padres sueltan la mano del niño para que aprenda a caminar.

Dejar ir es un acto de fe en nuestro proceso de crecimiento. Suelto cualquier apego a éxitos o retos pasados. Cada momento me convierto en una expresión mayor de mi potencial divino. No me preocupo acerca de cómo navegaré a través del futuro. Mi naturaleza divina hace surgir las cualidades espirituales que me apoyarán en mi sendero por la vida.

La experiencia de cada día provee oportunidades para desarrollar nuevas habilidades y una comprensión más profunda de lo que soy capaz de ser y hacer. No tengo necesidad de aferrarme al pasado ni temer el futuro, porque algo mayor se desarrolla en mí ahora.

Salmo 31:5 En tus manos encomiendo mi espíritu.