Puede que desee de corazón ayudar a otros, pero los recursos y la distancia me limitan. Mas al orar por otros, avivo mi vínculo con la Mente divina y puedo contribuir al bienestar de personas alrededor del mundo.

Utilizo afirmaciones espirituales para ayudar a centrar mi mente y corazón. Mantengo mis pensamientos positivos, nada puede evitar que yo experimente y exprese paz.

Cuando oro por otros partiendo de esta conciencia, los veo sanos como Dios los creó. Enfoco mi atención en afirmar su curación y no en apariencias de enfermedad, escasez o retos en sus vidas. Mantengo un vínculo de amor con todos por quienes oro, marcando una pauta en sus vidas y en el mundo.

Filipenses 1:3-4  Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones siempre ruego con gozo por todos ustedes.