12 de Agosto de 2018 - Domingo

Dejar ir
ME DIRIJO A MI INTERIOR, A MI FUENTE ESPIRITUAL, ANTE CUALQUIER RETO O TEMOR.

La afirmación Dejar ir y dejar a Dios actuar puede ser vista escrita en las paredes de programas de recuperación a través del mundo. Su verdad es incuestionable y sus implicaciones se han expandido a medida que nuestra conciencia colectiva ha aumentado.

Hoy reconozco que dejar a Dios actuar no significa rendirme a una fuente externa, sino elegir qué narrativa en mí voy a creer y seguir. Cuando aquieto las opiniones y los temores de mi ego, permito que mi naturaleza divina innata se exprese por medio de mí. Demuestro fortaleza e inspiración ante cualquier reto que el día pueda traer. Yo soy una expresión del amor divino y, como tal, me dirijo a mi interior, a mi fuente espiritual, al enfrentar cualquier desafío o temor.

Santiago 4:5 Dios ama celosamente el espíritu que ha puesto dentro de nosotros.