Comienzo este día con gratitud por las muchas maneras en las que he experimentado armonía en mi vida. Aun acontecimientos sencillos proporcionan resultados mejores de los esperados. Aunque estas cosas pueden parecer coincidencias, tengo fe en que hay un poder mayor en acción en mi vida.

Es el espíritu de Dios, la base de la vida, el amor y la armonía, actúa en y por medio de mí. Al acudir conscientemente a esta Fuente, veo que todo trabaja para bien. Mi práctica de gratitud me recuerda la manera como mis necesidades han sido satisfechas. Estos recuerdos me alinean con la conciencia espiritual y atraen todavía más acontecimientos positivos hacia mí. Afirmo: Mi vida rebosa de bendiciones.

Salmo 23:5  Me preparas un banquete a la vista de mis adversarios; derramas perfume sobre mi cabeza y me colmas de bendiciones.