04 de Diciembre de 2018- Martes

Responder el llamado

RESPONDO EL LLAMADO DE MI CORAZÓN.

Cuando tengo que tomar una decisión o siento que se me llama en cierta dirección, puede que pida consejo a amigos; mas sé que mi asesoría verdadera proviene de mi fe y mi sabiduría internas.

Al orar, escucho los susurros divinos de mi corazón. Si percibo alguna duda, me vuelvo receptivo a la guía. Honro cualquier sentimiento de descontento, porque puede ser el factor que me empuja hacia adelante y me da el valor para continuar con fe. Dejo ir cualquier duda o temor. Suelto cualquier pensamiento de limitación o creencia de que no soy digno. Confío. Sé que al responder el llamado de mi corazón, todo estará en orden divino. Vivo mi verdad. Sigo mi corazón. Vivo en la plenitud del amor divino y de las posibilidades ilimitadas.

2 Corintios 5:7 Porque vivimos por la fe, no por la vista.