28 de Enero de 2019 - Lunes

Orar por otros

CON FE, ORO SIN CESAR.

En la primera carta de Pablo a los tesalonicenses, él les dice: “Estén siempre gozosos. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en todo”. Orar es conectarme internamente con lo divino, que es la esencia de mi ser y también está en el corazón de todo lo creado. Cuando oro por mis seres queridos, doy gracias anticipadas porque sé que sus necesidades serán satisfechas en el momento correcto y de la manera perfecta. Los veo como creaciones sanas y divinas, sin importar las circunstancias en las que se encuentren en este momento.

Cuando mantengo a otra persona en la energía de la oración, voy más profundo. Veo más allá de su situación humana y reconozco y acepto la presencia crística en ella. Oro sin cesar, dando paso al orden divino en todas las situaciones.

1 Tesalonicenses 5:17 Oren sin cesar.