08 de Agosto de 2019- Jueves

Escuchar

Escucho a Dios en los sonidos de la vida a mi alrededor.

Escuchar me vincula con el momento presente. Cuando presto atención, me concentro en las cosas y personas que son parte de mi experiencia aquí y ahora: las voces de mis familiares y amigos, el canto de los pájaros o la melodía de una canción. Percibo los sonidos divinos a mi alrededor.

Cuando escucho en el silencio de la oración y meditación, tomo mayor conciencia de Dios en mí. Enfoco mi atención en lo interno y me siento afianzado en el Espíritu.

Aunque la información que recibo del mundo externo es valiosa, con regularidad apago mis oídos externos y sintonizo con lo que sucede en mí. Allí, en silencio, escucho a Dios con mayor claridad.

Juan 10:27-28 Las que son mis ovejas, oyen mi voz; y yo las conozco, y ellas me siguen. Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás.—