20 de Junio del 2012 - Miercoles

Despertar

Al abrir mi mente y mi corazón a Dios, despierto a mi potencial.

A veces me subestimo y minimizo lo que soy capaz de lograr. Sin embargo, ahora mismo, puedo tomar la decisión de dejar de preocuparme y comenzar a creer en mí mismo y en el poder de Dios en mí. Al abrir mi mente y mi corazón al amor y al apoyo de Dios, despierto a mi potencial. Recibo inspiración y nueva energía a medida que la niebla de la preocupación se disipa. Sé que soy una creación amada.

Digo sí a la vida. Mi confianza recién recobrada invita a otros a que confíen en mí y me apoyen. Cada día, despierto de nuevo a mi vida y su potencial. Siento agradecimiento por quien soy y por todo lo que puedo lograr por medio del poder de Dios en mí.

Pero para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. “¡Levantaos, vámonos de aquí!”—Juan 14:31