21 de Junio del 2012 - Jueves

Guía

Soy guiado por el silbo apacible y delicado en mí.

Cuando busco guía, a veces sólo necesito un empujoncito en la dirección correcta. Otras veces, quizás me sienta tan perdido que no tengo idea de dónde ir. No importa lo grande que sea la necesidad, busco guía al hacer a un lado actividades que me distraen, aquietar los pensamientos errantes y liberar los sentimientos que me perturban. Entro en el silencio y dirijo la atención a mi interior. Al enfocarla en mi respiración en música suave, me calmo y estoy receptivo.

En el silencio, el espacio abierto a las posibilidades, escucho. Calmo mi mente diciendo: “Paz, aquiétate”. Espero tranquilamente, seguro en la presencia de Dios. En la quietud, mi guía es clara. Estoy en paz y tengo confianza a medida que avanzo.

Escucha el consejo y acepta la corrección: así serás sabio en tu vejez.—Proverbios 19:20