2 de Julio del 2012 - Lunes

Oportunidad

Acojo las oportunidades divinas y nada puede impedir mi bien.

Si pienso que mis sueños y metas son inalcanzables, estoy frustrando mis comienzos. Mas cuando amplío mi visión y me permito ir más allá de las limitaciones preconcebidas, despierto a un mundo de nuevas oportunidades.

Determino pensar positivamente y acoger las posibilidades. Suelto todo pensamiento limitante y de carencia. Me conecto con el Espíritu divino en mí y confío en que mi futuro es brillante, seguro y pleno.

Aunque me sienta cómodo y seguro donde estoy, cobro nuevo entusiasmo al ir en pos de nuevas posibilidades. Al acudir a Dios en mí, avivo mi guía interna y mi paso se afianza. Lo único que necesito hacer es permanecer receptivo a la dirección divina y nada podrá impedir mi bien.

Al que cree todo le es posible.—Marcos 9:23