18 de Julio del 2012 - Miercoles

Gracia

Me muevo por la vida con gracia y facilidad.

Al contemplar a un cisne en un lago, ¿qué lo hace una expresión de gracia? ¿Acaso es su belleza? ¿O será el moverse suavemente sin perturbar el agua según se desliza para alcanzar su destino?

Yo puedo ser como un cisne cuando centro mis pensamientos en el Cristo de mi ser y me entrego al poder del Espíritu divino. Expreso la belleza del amor y la sabiduría en mí cuando comparto palabras de aliento o ayudo a alguien compasivamente.

Centrado en la paz, no me perturban las circunstancias externas o el aparente desorden. Me mantengo en calma y respiro profundamente. Cualquier situación que surja, la superaré con gracia y facilidad.

En vez de eso, los hemos tratado con ternura, con el mismo cuidado de una madre por sus hijos.—1 Tesalonicenses 2:7