19 de Julio del 2012 - Jueves

Sin preocupaciones

La vida funciona mejor cuando me preocupo menos y oro más.

Una manera segura de agotar mi energía es preocupándome. Mantenerme en un estado de desesperación no resuelve nada, más bien me deja sintiéndome con más estrés.

La vida funciona mejor cuando escojo preocuparme menos y orar más. No es que pretenda que los retos no existen, es que permanezco receptivo a las posibles soluciones. Cuando oro, cambio mi atención de la dificultad a la posibilidad. Confío en que mi sabiduría interna me llevará a la solución correcta.

Acojo la Verdad de que soy sabio y capaz, que estoy equipado espiritualmente y que soy apoyado divinamente. Gracias a mi conciencia devota, surgen resultados favorables para mí y para todos los concernientes.

¿Y quién de vosotros podrá, con angustiarse, añadir a su estatura un codo?—Lucas 12:25