27 de julio del 2012 - Viernes

Orar por otros

Nuestras oraciones tienen poder.

Cuando oro afirmativamente, creo una conciencia de oración poderosa y sagrada. En esta conciencia, me afianzo en la Verdad de mi ser. Reconozco el impacto que las oraciones tienen en mi cuerpo, mente y alma. Puedo apreciar el poder que la oración tiene en mi vida.

Abro mi corazón para incluir a otros en mis oraciones. Recuerdo que somos uno. Cada persona es mi hermano, mi hermana, mi ser querido. La oración nos une en una comunión sagrada con Dios. La conciencia de oración se expande por sobre la Tierra. Afirmamos paz, plenitud y amor. Compartimos oraciones de agradecimiento y afirmaciones de Verdad que transforman vidas.

Oren por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, tal como sucedió entre ustedes.—2 Tesalonicenses 3:1