28 de Abril del 2012 - Sabado

Paz interna

En calma, siento el amor y la paz en mí.

Al caminar por la playa, observar el sol salir al comienzo del día o escuchar el ruido de la lluvia sobre el techo, siento paz en mí. La naturaleza es un recordatorio de que Dios es omnipresente.

La tranquilidad se afianza a medida que contemplo la actividad del espíritu de Dios. Invoco la paz y afino mi oído interno con el mundo de guía, ánimo, amor y fe divinas que emanan de mi interior. La inmensidad, el poder, la gloria de Dios me aguardan en mi santuario interno.

Al enfrentar las exigencias diarias de mi vida, y de vez en cuando el caos, recuerdo la paz que yace en mí y hago uso de ella. Nada puede perturbar la paz de mi alma.

Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.—Filipenses 4:9