9 de agosto del 2012 - Jueves

Cooperación

Me uno a todas las personas en un espíritu de amor y cooperación.

La naturaleza me enseña el valor de la cooperación. Soy testigo de dicha cooperación cuando veo cómo las abejas atienden su panal trabajando en equipo, las hormigas se unen para cumplir con su labor y los animales andan en manadas para protegerse.

¡Que lección más maravillosa! Me recuerda que comparto un vínculo con todo. Acojo mi unidad con los demás y determino cooperar en un espíritu de amor. Recuerdo que más allá de nuestras diferencias, yace la verdad de que somos uno, compartiendo este momento y espacio en nuestro bello planeta.

Imagino que todas las personas trabajan para bien, y que gracias a nuestra conciencia colectiva creamos un mundo mejor.

Por lo tanto, nosotros, como colaboradores de Dios, les rogamos a ustedes que no reciban su gracia en vano.—2 Corintios 6:1