17 de agosto del 2012 - Viernes

Conciencia

Estoy consciente de Dios en toda vida.

Cuando niño, mi conciencia aumentaba según aprendía a caminar, a hablar y a leer. Hoy, mi conciencia continúa creciendo. Inclusive como una persona adulta con una vida de experiencias, puedo aprender algo nuevo.

Aprendo a encontrar exactamente lo que busco. Hoy, mi cometido es buscar a Dios y apreciar a mi Creador en todo a mi alrededor.

Puedo ver a Dios en la belleza de un amanecer; puedo experimentarlo en el amor que siento por mis familiares y amigos. Lo percibo en la creatividad de un artista y lo escucho en la risa de los niños que juegan. Gracias a mi conciencia espiritual, respiro profundamente, ¡y veo a Dios en todo!

El espíritu del hombre es la lámpara del Señor que escudriña los sentimientos más profundos.—Proverbios 20:27