28 de agosto del 2012 - Martes

Unidad

Al tener presente mi unidad con Dios, prosigo con confianza.

Sé que no carezco de apoyo ni estoy desamparado en la vida. Tengo presente mi unidad con Dios. Cualquiera que sean mis aspiraciones, cuento con el Uno que me provee el discernimiento y la guía que necesito para cumplir con dichas aspiraciones.

No comparo mis logros, mi apariencia ni mis posesiones con los demás. Sé que tengo un propósito propio y dones únicos que compartir. Soy feliz por ser quien soy. Gracias a mi unidad con Dios, tengo fe en mi habilidad de tomar decisiones cabales y de superar retos demostrando fortaleza espiritual y flexibilidad.

Pienso decididamente y con valor. En mi unidad con Dios, crezco y ayudo a los demás a que hagan lo mismo.

Porque el Señor te infundirá confianza y evitará que caigas en alguna trampa.—Proverbios 3:26