2 de septiembre del 2012 - Domingo

Plenitud

Cualquier cosa que aprecie, se magnifica. Al dar gracias por la bendición que mi cuerpo es, la Vida perfecta en cada célula y átomo de mi ser se aviva.

Cuando visualizo y afirmo que mi cuerpo es sano y perfecto, esas cualidades se manifiestan. Doy gracias por el Espíritu divino que se expresa en mi maravilloso cuerpo templo.

Doy gracias por el gozo en mi vida e invoco el amor perfecto de Dios en mí. El amor irradia por medio de mí para sanar cualquier herida y hacer que yo disfrute de plenitud. Doy gracias por la abundancia en mi vida e invoco la provisión infinita.

Soy bendecido este día y siento gratitud por el Dador de todos los regalos. ¡Gracias a Dios mi vida es plena y completa!

Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió glorificando a Dios.—Lucas 17:15