Hoy tengo la oportunidad de reconocer y honrar las influencias paternas en mi vida, bien sea mi padre, un mentor, o un maestro. Su dedicación y guía me alentaron a creer en mí mismo.

Mis oraciones también incluyen a quienes están aprendiendo la importancia, dedicación y paciencia que requiere la crianza. Bendigo a aquellos que enseñan habilidades para la vida y dan un buen ejemplo. Bien sea cambiar un pañal, contar un cuento, asistir a los actos escolares o enseñar cómo montar bicicleta, en el corazón de todo lo que importa está el amor.

La presencia de Dios está activa en sus vidas. Oro para que vivan en esta conciencia y disfruten de la experiencia de ver a los niños descubrir quiénes son y lo que son capaces de lograr.