Hoy tomo tiempo para reflexionar en el nacimiento sagrado y el gozo y júbilo que el mensaje espiritual me trae. Al celebrar el nacimiento de Jesús, celebro la presencia crística en mí.

La buena noticia es que la luz crística resplandece por medio de mí como vida, amor y paz. Esta luz divina es la esencia de mi ser. En cualquier momento puedo sentir un despertar nuevo y gozoso. ¡Experimento la Navidad del corazón! El espíritu de amor y gozo permanece conmigo al regresar a mi día descansado y renovado. Estoy en paz —uno con la presencia del Ser puro. El espíritu de la Navidad llena mi alma.