Tumores

cancer niñosUna nueva prueba que ilumina el ADN de los tumores está ayudando a los médicos a vigilar y pronosticar la evolución de los niños que padecen cáncer.

 

En Gran Bretaña, Científicos del Instituto de Investigación del Cáncer, desarrollaron una técnica que emplea un tinte rojo fluorescente para detectar los genes cancerígenos más activos en tumores propensos a una recaída.

"El cuadro genético que marca la recaída de un tumor se puede ver desde el principio", afirmo la jefe del equipo de investigación.

Si se sabe cuáles son los niños más proclives a experimentar una recaída cuando se diagnostica el cáncer por primera vez, los médicos podrán individualizar el tratamiento.

Los niños con una forma más agresiva de cáncer pueden recibir tratamientos más potentes para tratar de impedir la probabilidad de volver a reincidir.

Hasta ahora, los científicos han probado la técnica en niños que padecen el tumor de Wilms o nefroblastoma, un tipo de cáncer de riñón que afecta a los pequeños. Pero la técnica también se podría usar para vigilar otros tipos de cáncer, dijo la investigadora, y agregó que los investigadores ya están probando el impacto de la prueba en el cáncer de próstata y en los tumores musculares infantiles.

Los científicos creen que ciertas combinaciones de genes del cáncer afectan la probabilidad de los niños de sufrir una recaída.

Los investigadores utilizaron un programa de computadora para comparar las zonas rojas en la muestra del tumor con áreas verdes que mostraban la actividad genética en tejidos normales.

En todos los niños que sufrieron una recaída, los genes en una región del cromosoma produjeron un patrón rojo fluorescente que no se detectó en los niños que no la experimentaron.

Esto es un trabajo preliminar con una técnica muy nueva, pero creemos que tendrá un verdadero valor clínico en el futuro", afirmaron los investigadores.

El tumor de Wilms se origina a partir de células involucradas en el desarrollo de los riñones cuando el feto está en el útero. Generalmente, estas células desaparecen tras el nacimiento.

Se desconoce la causa de la enfermedad en la mayoría de los niños, pero hasta un 90 por ciento de los afectados se cura.

Fuente : Cnnenespañol