Salud dental: Mejor prevenir que curar

salud oralLas enfermedades de la boca se pueden prevenir. Se conocen sus causas y pueden ser evitadas. Está muy extendido un concepto fatalista al pensar en el deterioro de los dientes. Parece como si formara parte de un proceso natural de degeneración el que periódicamente uno se estropee y acudir al odontólogo sea entonces lo adecuado para que lo arregle.

Esto está relacionado con el concepto de que el odontólogo tiene un papel muy pasivo en esta historia, imaginemos que una enfermedad nos hiciera perder periódicamente una parte de nuestro cuerpo y sólo fuéramos al médico a que nos pusiera el trozo perdido.

Si se considera que lo que estropea los dientes es una enfermedad, la odontología preventiva es la verdadera odontología médica. Al actuar sobre las causas responsables de este proceso verdaderamente se está curando una enfermedad, no simplemente corrigiendo sus efectos.

Perder los dientes

Los dientes se pierden fundamentalmente por dos causas: la caries y la enfermedad periodontal, vulgarmente conocida como piorrea.

- La caries es básicamente un agujero que se hace en un diente y que al crecer lo va destruyendo.

- La piorrea es una enfermedad de las encías que consiste en la perdida del hueso en el que se clavan los dientes, de modo que estos se van quedando descarnados, se empiezan a mover y finalmente se caen. Ambos procesos están causados por bacterias.

En los dos casos, la placa bacteriana es directamente responsable de la enfermedad. Parece lógico que nos plateemos la manera de eliminar esta placa para que no se produzcan caries ni piorrea. Y no es tan sencillo como parece porque la placa se comporta como el polvo en las casas, es decir, se introduce por todos los rincones.

Tenemos una película de placa bacteriana entre los dientes, lugar que sólo es accesible si se usa el hilo de seda dental, por ejemplo. La eliminación de la placa de todos los rincones de la boca excede lo que se podría considerar una higiene normal. Pero se puede llegar a conseguir, con el control y la enseñanza del odontólogo.

La educación dental
    
La prevención tiene una dimensión pública fundamental. La educación en estas medidas de cepillado correcto, de uso del hilo dental es mucho más efectiva en los niños que en los adultos. Además es importante el conocimiento del papel del azúcar en la producción de la caries. Y en este caso lo que hace daño no es la cantidad sino la frecuencia. La saliva neutraliza la acidez de la placa al cabo de un rato, lo cual hace que cada toma de azúcar suponga un tiempo de actuación del ácido independientemente de la cantidad ingerida.
 
Estas normas básicas deben ser implementadas en programas de prevención que alcancen al máximo a toda la población. Así mismo, los factores de resistencia del individuo pueden incrementarse.

El flúor, especialmente si se incorpora al esmalte en el tiempo de formación, aumenta la resistencia del mismo a la acción de la placa. En el caso de los niños se puede disminuir notablemente el número de caries con la técnica del sellado de fisuras. Se trata de la colocación en los surcos de las muelas de resinas compuestas que impidan el depósito de placa en el fondo de los mismos.

Los odontólogos están convencidos de que tanto desde el punto de vista de la práctica privada como desde el punto de vista de la administración, el enfoque preventivo es lo único sensato a la hora de hablar de salud dental.

Fuente : Internet