Los dientes y la enfermedad periodontal

higiene-oralLa periodoncia es una rama de la odontología encargada del estudio de todas las estructuras que rodean al diente, como son la encía, el hueso, la mucosa, etc. Para los odontólogos es fundamental tener un vasto conocimiento de esta materia, pues al considerar las estructuras que rodean a los dientes, el abordaje de éstos va a ser más racional y eficaz.

 

Algunos principios básicos sobre el cálculo dental

Los dientes están insertos en una cavidad formada por el hueso (ya sea el maxilar superior o inferior), llamada el alvéolo. Por lo tanto hay un alvéolo para cada pieza dentaria. Al comer se acumulan residuos debajo de la encía, los cuales al no eliminarse con una higiene adecuada, forman lesiones a manera de piedras (llamadas cálculos), que deterioran y reabsorben el alvéolo dentario, desestabilizando el agarre del diente con su posterior caída.

¿Qué hacer para prevenir los cálculos dentales?

Son cuatro los mecanismos principales que están a su alcance para prevenir la aparición de cálculos en sus dientes: visita periódica al odontólogo, un cepillo adecuado, un buen cepillado y la seda dental.

1. Uso de un cepillo de dientes adecuado

El cepillo no debe tener cerdas demasiado duras (pues pueden traumatizar la encía y retraerla), debe tener punta redondeada e idealmente con cabeza en forma de diamante, para proveerle de eficacia en el cepillado de zonas de difícil acceso. Como mínimo, el cepillo debe cambiarse cada tres meses por uno nuevo, disminuyendo aún más éste lapso de tiempo entre más suaves sean las cerdas del mismo.

2. Técnica adecuada del cepillado

Los dientes de arriba se cepillan hacia abajo, colocando el cepillo sobre el borde inferior de la encía, con una angulación de 45º (grados) y presión moderada, barriendo hacia abajo toda la superficie del diente.

Esto se realiza tanto en la parte dentaria que da contra el carrillo (el surco que forma la unión de la cara interna de la mejilla) y en la parte interna dentaria que da contra el paladar.

Los dientes inferiores se cepillan hacia arriba, de manera similar, iniciando en el borde, en este caso superior de la encía, y arrastrando el cepillo hacia arriba por toda la superficie dentaria, tanto en la parte interna como externa del diente. Los molares deben cepillarse en su superficie en forma circular.

¿Cómo saber que los dientes ya están aceptablemente limpios? Primero, hay que asegurarse de estar siguiendo la técnica adecuada y segundo, que al pasar la lengua por la superficie de los dientes, se sienta totalmente lisa. Es recomendado cepillar los dientes después de cada comida principal, es decir en promedio tres veces al día.

3. Uso de la seda dental

Tome 50 cms. de seda y enróllela en los dos dedos índice, dejando libre un segmento de aproximadamente 5 cms que se manejará con su dedo índice y pulgar. La seda se introduce entre los dientes, hasta ubicarla por debajo de la encía. Se hace un raspado de la superficie del diente varias veces hasta escuchar el sonido seco de la misión cumplida.

Posteriormente sin retirar la seda del surco, se realiza el mismo procedimiento en la superficie del diente adyacente. Idealmente la limpieza con la seda debe hacerse cada 24 a 48 horas.

4. Visite a su odontólogo

Como mínimo se recomienda que los adultos visiten al odontólogo 1 vez al año y los niños 1 vez cada 6 meses. Él será quien evalúe la higiene oral y según su criterio, intervendrá más activamente en el tratamiento, realizando, por ejemplo, retiro de los cálculos (detartraje), profilaxis o lo que haya a lugar.

Fuente : Internet