Alopecia femenina

perdida del cabelloAproximadamente son 100 mil los vellos que tiene nuestra cabeza, y los especialistas consideran normal la pérdida diaria de entre 50 y 100 cabellos. Pero cuando el número aumenta se corre el riesgo de sufrir alopecia, problema por el cual hombres y mujeres pueden perder la cabellera en su totalidad.

 

El cabello tiene un periodo de vida de cuatro años, tiempo en el cual no es raro que se caiga un poco, pero cuando la pérdida es excesiva y sale de lo normal, es el momento de consultar a un especialista, ya que las consecuencias pueden ser desastrosas.

Particularmente las mujeres sienten verdadero terror por quedarse calvas, pues están concientes que el impacto no sólo es estético sino también psicológico, y esto puede influir en la manera de relacionarse socialmente, y puede derivar en depresión severa. La alopecia, que incluso se llega a observar en mujeres jóvenes, es un fenómeno que puede tener su origen en el factor hereditario, pero además pueden influir otras causas, como:

Desórdenes hormonales

En algunas etapas de la vida de la mujer los cambios hormonales son claves para la salud del cabello. Por ejemplo, en el periodo reproductivo el empleo exagerado de anticonceptivos es causa de pérdida de pelo, tal como sucede en el periodo de lactancia, en donde se considera totalmente normal y temporal.

Con el arribo del climaterio se reduce la producción de estrógenos, lo que conlleva a una disminución de la producción del cabello y su grosor; esta afectación puede llegar a controlarse al nivelar la cantidad de hormonas. Aunque parezca paradójico, los desórdenes hormonales pueden acarrear problemas que son la otra cara de la moneda, como hirsutismo, que es exceso de vello en el cuerpo.

De manera que al reconocer un poco más de cabello en el peine o sobre las manos al bañarse, no descarte la visita al ginecólogo, quien muy posiblemente le prescriba el llamado perfil hormonal (estudio de laboratorio) para reconocer si el origen de su problema es el descontrol de hormonas.

Estrés

Es la causa más frecuente de pérdida de cabello, aunque casi siempre es temporal. Las exigencias de la vida de la mujer moderna como las actividades diarias del hogar que se suman a las de la vida profesional, generan tensiones que inducen a que el flujo de sangre al cuero cabelludo se vea reducido, y entonces el folículo piloso (por donde surge el pelo) deja de recibir los nutrientes que evitan que el cabello se debilite, crezca lentamente o caiga.

Se aconseja llevar un ritmo de vida más relajado y practicar ejercicio físico que encauce la energía reprimida por la tensión nerviosa excesiva.

Alimentación

El alto porcentaje de mujeres que siguen dietas para adelgazar sin que tengan un respaldo médico, trae como consecuencia que se tenga carencia de nutrientes, principalmente vitaminas y minerales; la anemia, por ejemplo, produce caída de cabello.

Por otra parte, si se consumen carbohidratos en exceso (pan, pastas, cereales, frijoles, lentejas y miel, entre otros), las glándulas sebáceas producirán tal cantidad de grasa que el folículo piloso será incapaz de regularla, con lo que la melena tenderá a resecarse, debilitarse y caerse.

Una alimentación sana contempla el consumo de carbohidratos como los referidos, los cuales deberán combinarse con proteínas, presentes en carne roja, de pollo, pavo, cerdo, conejo, pato, huevos, pescado, mariscos, queso, leche, productos de soya, nueces, carne y yogurt, entre otros. Es importante también la ingestión de granos integrales (como arroz o trigo), así como frutas y verduras, las que preferentemente se deben comer crudas.

Tiroides

Esta glándula estimula la producción de proteínas, además de que aumenta la cantidad de oxígeno que utilizan las células del cuerpo. De manera que cuando sufre algún trastorno, su desempeño no es regular y el cabello es uno de los más afectados, pues se adelgaza y reseca notablemente, propiciando su caída.

Fármacos.

Afectan al funcionamiento hormonal, con las consecuencias que se han señalado, el uso de algunos medicamentos, como anticoagulantes, antidepresivos o los indicados para el tratamiento de cáncer (quimioterapia), así como cortisona y sus derivados. Por otra parte, el cuero cabelludo no está exento de sufrir alguna infección, la cual suele ser tratada con antibióticos que muchas veces contienen fuertes componentes que pueden resecar y ocasionar que se caiga el cabello; lo mejor es consultar al médico para que determine cómo se debe tratar cada caso.

Qué hacer para que no se caiga...

Está claro que para que el médico ubique perfectamente la causa de la caída del cabello deberá ordenar exámenes de sangre para reconocer problemas nutricionales u hormonales, aunque cuenta también con la posibilidad de hacer analizar el pelo del paciente, estudio llamado tricograma, y en el que se contabiliza el porcentaje que se cae y crece.

Ahora bien, dada la antigüedad del problema, hay sinnúmero de posibles soluciones. Una de las más modernas es la iontoforesis, terapia indicada por los dermatólogos para introducir profundamente en el cuero cabelludo fármacos o nutrientes a través de electrodos, de manera que se pueda inducir el crecimiento del cabello. Para el mismo fin hay máquinas que mediante microestimulaciones reactivan la circulación sanguínea del cuero cabelludo, oxigenando los folículos pilosos y fortaleciendo la raíz, con lo que se consigue detener la caída. Este procedimiento se denomina ETG y ha sido aprobado por la estadounidense Agencia de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) y al parecer ha mostrado resultados alentadores en más del 90% de los casos.

Altamente popular es el implante de pelo, técnica que permite "sembrarlo" en forma permanente en zonas donde no existe, o aumentar la densidad en las menos pobladas. Para ello se utiliza cabello del mismo paciente tomado de sectores que estén genéticamente programados para permanecer con vellosidad durante toda la vida, como la nuca. El cabello se extrae con todo y raíz para traspasarlo a otro sitio, de manera que pueda vivir y crecer como en el lugar en que se encontraba, sin problema.

No está por demás considerar como opción para las mujeres que sufren calvicie el uso de postizos o pelucas, que sólo requieren paciencia para adaptación y cuidados pertinentes.

Consejos

Usted puede prevenir la caída del cabello siguiendo sencillos consejos, como los que a continuación le presentamos:

- No recoja el cabello estando aun mojado, pues se debilita, pierde fuerza y se cae.

- Cuando termine de bañarse, quite el exceso de agua con una toalla o secador eléctrico empleando aire frío, hasta que lo tenga seco de la raíz a 10 dedos hacia abajo para que pueda recogerlo.

- No use aire caliente para secarse, ya que el calor abre la corteza del cabello, lo que provoca que se caiga.

- No duerma con el cabello mojado, pues al estar en contacto con la almohada no lo deja respirar.

- No lave su cabello diariamente, ya que se abre el poro y puede caerse.

- Use el shampoo y acondicionador indicado para su tipo de cabello; lo correcto es que se lo recomiende su estilista.

- Masajee al cuero cabelludo con la yema de los dedos mediante suaves movimientos circulares, con ello logrará estimular el flujo sanguíneo. Además del balance en proteínas y carbohidratos.

Es recomendable que complemente su dieta con alimentos que contengan vitaminas y minerales que protejan y fortalezcan su cabello como : La vitamina A, B5 (pantenol) y C, las cuales tienen importante función al prevenir el envejecimiento celular, fortalecer el cuero cabelludo, brindar fortaleza y brillo, además de que ayudan en el crecimiento sano; las encontramos en aceite de hígado de bacalao y de germen de trigo, así como en huevo, leche, mantequilla, levadura de cerveza, cereales, pan integral, pescado, frijol, maíz, soya, girasol, jitomate, espárragos, espinacas, perejil, pepino, col, cebolla, aguacate, zanahoria, durazno, cítricos, papaya, plátano, brócoli, ciruela, manzana, moras y jalea real.