Síntomas más repetidos al incorporarse denuevo al trabajo

 

depresion postvacacionalHastío, inapetencia, desinterés y cansancio son los síntomas más repetidos al incorporarse al puesto de trabajo tras el mes de vacaciones. Generalmente, estos signos suelen ser transitorios e inofensivos, pero si tras diez o doce días no se ha producido una readaptación a la rutina laboral pueden aparecer trastornos serios, como la depresión.

 

La vuelta al trabajo es un obstáculo que a muchos les cuesta superar, pero los especialistas recuerdan que la llamada depresión o síndrome postvacacional es una enfermedad imaginaria. “No puede hablarse del síndrome postvacacional como un conjunto de síntomas, sino como un conjunto de dificultades para reincorporarse a las tareas habituales despues de sus vacaciones, comentan especialistas en la Neuropsiquiatría.

A pesar de todo, muchos individuos encuentran realmente difícil volver a incorporarse a las exigencias horarias y laborales, a unas rutinas habituales y a no disponer del tiempo libre que uno quisiera. Así, pueden llegar a padecer irritabilidad, estrés o ansiedad. Esto se debe a que la capacidad de resistencia del individuo después de un largo periodo de relax aún no está habituada al ritmo frenético que impone el trabajo.

Los síntomas son pasajeros. Suelen coincidir con el primer día y prolongarse hasta una semana más, que podría calificarse como el periodo de adaptación.

Apesar de que los síntomas de la readaptación suelen desaparecer en unos días, en algunos individuos persisten hasta diez o doce más. En estos casos hay que prestar atención, porque puede desencadenarse una depresión patológica.

Las personas más vulnerables son aquéllas que viven al límite con patologías subyacentes, como estados depresivos o de ansiedad, que pasan inadvertidos o se alivian cuando el nivel de exigencia es escaso y la adaptación al medio es fácil. Cuando esta situación se rompe puede desencadenar un cuadro depresivo.

Otras situaciones inherentes al puesto de trabajo pueden provocar una depresión en el empleado. Y es que, a menudo, la actividad que se desempeña es poco gratificante, el ambiente laboral no es el deseado y las expectativas casi nulas. En estos casos, el individuo puede llegar a sufrir un vacío insalvable que puede derivar en una depresión nada más empezar la jornada laboral.

Cómo lo supero

Los expertos recomiendan aprender a controlarse y aumentar la confianza en uno mismo para evitar que esa desidia que caracteriza los primeros días de trabajo después de las vacaciones se prolongue y cause una alteración de la salud. Asi mismo, se debe conceder una tregua antes de empezar a preocuparse por asuntos laborales y de respetar el horario laboral.

Es importante buscar nuevas expectativas, nuevos proyectos y no perder la ilusión en lo que al entorno laboral se refiere.

Fuente : Ondasalud