Trastorno de Pánico

trastorno de panicoEste trastorno es bastante diferente a otros tipos de ansiedad en cuanto a que los ataques de pánico se presentan inesperadamente, aparentemente sin causa alguna y frecuentemente causan incapacidad. Una vez que una persona sufre un ataque de pánico, por ejemplo mientras maneja un vehículo, hace compras en una tienda llena de gente, o se encuentra dentro de un elevador, puede crearse miedos irracionales llamados fobias, relacionados con esas situaciones, y comenzará a tratar de evitarlas.

Con el tiempo, la necesidad de evitar esas situaciones y el grado de ansiedad por miedo a otro ataque puede llegar al punto en que esa persona que sufre trastorno causado por pánico no podrá volver a manejar un vehículo, ni siquiera dar un paso fuera de su casa. Cuando llega a este punto, se dice que la persona sufre trastorno causado por pánico con agorafobia. Es así como el trastorno causado por pánico puede tener un serio impacto en la vida diaria de una persona, tanto como cualquier otra enfermedad seria, a menos que la persona reciba tratamiento efectivo.

Síntomas de una crisis de pánico

Los síntomas aparecen súbitamente y pueden incluir: Palpitaciones. Dolor en el pecho. Mareos, aturdimiento, náuseas. Dificultad para respirar. Sensación de hormigueo o debilidad en las manos. Escalofríos o sofocaciones. Sensación de "estar soñando" o de extrañeza de sí mismo o del entorno. Terror, sensación de que "algo horrible está por ocurrir y no puedo hacer nada". Miedo a perder el control, de enloquecer o de hacer algo que resulte embarazoso. Miedo a morir

Una crisis de pánico dura varios minutos y es una de las situaciones más angustiantes que le puede ocurrir a cualquier persona. Cuando alguien tiene crisis repetidas se siente ansioso y con miedo a tener otra crisis, se dice que tiene un trastorno de pánico.

Sí, el Trastorno de Pánico es real y potencialmente incapacitante pero puede ser controlado con un tratamiento específico. Debido a los síntomas desagradables, este Trastorno puede confundirse con una enfermedad cardíaca u otra enfermedad grave.

En general los médicos intentan confrontar al paciente en crisis, haciéndole entender que no está en peligro. Pero estos intentos pueden a veces agravar las dificultades del paciente si se utilizan expresiones como: "no es nada grave", "es un problema de la cabeza" o "no hay nada de qué preocuparse", esto puede producir la impresión errónea de que no hay un problema real o de que no es necesario un tratamiento.
Tratamiento
    
Los medicamentos en general requieren un ajuste gradual de la dosis. La mejoría comienza a notarse entre la 6ª y la 8ª semana. El tratamiento adecuado puede eliminar las crisis o reducir sustancialmente su intensidad y frecuencia, produciendo un alivio significativo en 70 a 90 % de los pacientes. Algunas personas pueden necesitar tratamiento adicional para otros problemas emocionales como depresión, alcoholismo o dependencia a drogas. Estudios recientes sugieren que también los intentos de suicidio son más frecuentes en pacientes con Trastorno de Pánico.
 
El Trastorno de Pánico tiende a continuar por meses o años. Aunque característicamente comienza en adultos jóvenes, en algunos pacientes puede comenzar en la infancia o en etapas tardías de la vida. Si no se trata, el Trastorno se agrava pudiendo perjudicar severamente la vida del paciente por la crisis o los intentos de evitarlas u ocultarlas. De hecho, muchas personas tienen problemas con los amigos, la familia o el trabajo. Pueden haber períodos de mejoría espontánea pero en general no desaparece a menos que la persona reciba tratamiento adecuado. Con el tiempo, sin el tratamiento adecuado, puede haber complicaciones, como una depresión, abuso del alcohol o drogas, lo que agrava la repercusión sobre la persona y disminuye el éxito en el tratamiento.

El sistema de "alerta" normal del organismo es un conjunto de mecanismos biológicos y mentales que permite reaccionar frente a una amenaza, llamada también reacción de "lucha o huída". Los especialistas están estudiando por qué algunas personas son más susceptibles que otras. Las investigaciones sugieren factores genéticos que determinan la predisposición y factores de estrés importantes (eventos traumáticos en la vida de la persona) como desencadenantes del Trastorno de Pánico.

Estrategias para combatir el pánico

Recuerde que aunque sus sentimientos y síntomas son muy atemorizantes, ellos no son peligrosos ni dañinos. Entienda que lo que usted está experimentando es solamente una exageración de sus reacciones corporales normales frente al estrés.

No luche contra sus sentimientos ni trate de dejarlos de lado. Cuando más desee enfrentarlos menos intensos serán. Quédese en el presente. Preste atención a lo que realmente le está ocurriendo, en oposición a lo que usted cree que le puede pasar.

Marque su nivel de miedo en escala de 0 a 10 y fíjese si aumenta o disminuye. Note que no permanece en un nivel muy alto más que unos pocos segundos, sepa que las crisis pasan solas por más severas que sean. Note que cuando usted deja de agregar pensamientos temerosos a su miedo, éste comienza a apagarse. Esté orgulloso (a) de sus progresos y piense qué tan bien se sentirá al tener éxito en su vida.

Fuente : Americasalud/Dr. Alvaro Lista Varela