La ansiedad

La ansiedad  La ansiedad, que erróneamente se le ha considerado como una mal menor, ha sido objeto de estudio en el que se ha puesto de relieve la importancia de esta patología y las graves consecuencias que conlleva el no diagnosticarla y tratarla a tiempo.

Tal y como se ha debatido en el Congreso Nacional de Ansiedad y Trastornos Comórbidos, la ansiedad no es una patología banal, como se piensa en general; es una enfermedad que se traduce en un elevado coste social, económico y emocional, siendo origen frecuente de toxicomanías, alcoholismo, mayor siniestralidad e incluso suicidios.

Es una patología que afecta al 5-10% de la población tanto infantil (de 6 a 12 años) como adulta, constituyendo un problema de salud pública que sí tiene tratamiento pero que su aplicación no es precoz a causa del infradiagnóstico.

La ansiedad es una preocupación excesiva, anticipatoria, ideacional, que no tiene nada que ver con la angustia y la depresión. Un grado normal de ansiedad es normal como actitud adaptativa en el ser humano que le permite la supervivencia, pero no lo es cuando se vuelve patológica e interfiere en la vida cotidiana.

Síntomas

Preocupación excesiva, signos físicos (cardiovasculares, respiratorios, digestivos), sensación de mareo, sudoración, tensión muscular y, fundamentalmente, miedo a la muerte y a perder el control. No obstante, antes de diagnosticarla hay que descartar patologías clínicas (alteración de tiroides, tumor pancreático, hiperventilación, etc) y psiquiátricas (psicosis, esquizofrenia, depresión).

Los pacientes tardan más de un año en ser diagnosticados, y suelen visitar a varios especialistas antes de acudir a un psiquiatra. Son pacientes que muchas veces acuden de forma repetida a los servicios de urgencias por diversas dolencias, realizándoles diversas exploraciones.

¿Cuál es su tratamiento?

En la fase aguda son de elección las benzodiacepinas (de uno a tres meses como máximo), con mejores resultados si se asocian a abordaje psicológico, también pueden utilizarse antidepresivos con indicación para la ansiedad.

Los psiquiatras discuten la relación entre ansiedad y depresión y, actualmente, se alinean en tres corrientes: los que consideran que son un continuo; los que creen que son dos enfermedades distintas que, en ocasiones, pueden coincidir, y los que ven la depresión ansiosa como una entidad diferente de las dos y de peor pronóstico que cualquiera de ellas.

Fuente : Internet