16 de diciembre del 2012 - Domingo

Paz interna

Soy bendecido con un santuario espiritual disponible todo el tiempo. Es un espacio de silencio interno donde me retiro del ajetreo del día y entro en el amor y la paz de Dios. Con mi mente y corazón abiertos, puedo soltar las inquietudes y las preocupaciones y sentir mi unidad con Dios. Al mantener mi atención centrada en mi Creador, siento paz. Mi mente, alma y cuerpo son sustentados y avivados.

Al regresar a las actividades de este día –satisfecho, equilibrado y lleno de gratitud y claridad de propósito– mi paso es más ligero y mi apariencia más resplandeciente. Mi semblante irradia paz, porque he descansado plenamente en el amor sagrado.

Filipenses 4:7

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.