19 de Abril de 2013 - Viernes

Gracia

Siento la gracia de Dios como amor y aceptación infinitos

Si durante una circunstancia desafortunada recibí ayuda inesperada que me proporcionó paz y alivio, entonces he conocido la gracia de Dios. La gracia no favorece a una persona en vez de otra; es una expresión del amor incondicional de Dios.

La gracia no depende de lo que haga o deje de hacer; está disponible siempre. Me siento humilde al saber que no tengo que ganármela, que mi Creador me la da libremente.

Experimento la gracia divina como amor y aceptación. La siento cuando logro una nueva comprensión, supero un reto difícil, o cuando las personas correctas y perfectas aparecen en mi vida justo cuando las necesito. Soy bendecido de maneras infinitas, y siento gratitud por la gracia de Dios.

"De su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia". —Juan 1:16