27 de Abril de 2013 - Sábado

Prosperidad

Vivo en un universo abundante.

Jesús enseñó una verdad muy sencilla y profunda: Cuando das generosamente y con gozo, recibes en gran medida. Mi vida está llena de oportunidades para dar y, al hacerlo, el universo me bendice con abundancia.

Cuando sonrío y saludo a un extraño o abro la puerta a otra persona, participo en el fluir de la vida de dar y recibir. Mi mente y corazón están atentos y en armonía con las muchas oportunidades que tengo para compartir. Doy generosamente y aprecio todo lo que recibo.

Al orar y meditar, envío afirmaciones poderosas de abundancia a cualquiera que esté tratando de superar pensamientos de escasez. Al dar, recibo, participando en la abundancia que nos bendice a todos.

"Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante". —Lucas 6:38