20 de Mayo de 2015- Miercoles

Celebro el espíritu libre que soy.

Libre
Tal vez olvide dar gracias por uno de mis mayores regalos: la libertad.

Soy libre para crecer en lo que desee y para adorar a Dios donde desee.

Soy libre para viajar y expresarme.

Más importante aún, soy libre para elegir mis reacciones.

En el silencio, dejo ir el temor, las preocupaciones y el dolor. Libero cualquier opinión o punto de vista negativo acerca de mí y reclamo mi potencial divino.

Mi corazón se expande con gratitud al vincularme con esa parte de mí que no conoce límites, mi ser espiritual. Afirmo: Soy libre para elegir mis pensamientos y respuestas y alinear mis sueños con el amor bien.

Me regocijo en la presencia del Espíritu libre en mí y reclamo mi potencial infinito.

Juan 8:36
“Así que, si el hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres”.