11 de Julio de 2015- Sabado

Disfruto de balance y paz.

Balance
Evalúo las perspectivas que sostengo acerca de mí y de los demás. Tengo presente que si pienso en términos comparativos, terminaré sintiéndome separado y distante. De manera que descanso en la seguridad de mi unidad con Dios y con toda su creación.

Mantengo mi vida en equilibrio con momentos de actividad y descanso, oración y meditación.

Observo el ritmo de la naturaleza y percibo la armonía que subyace en todo lo que es. Recuerdo que el mismo poder que está activo en el universo obra en mi vida fomentando bienestar y orden.

Confío en el plan divino, sabiendo que Dios dirige las mareas de mi vida con amor.

Salmo 62:8
“Pueblos todos, ¡confíen siempre en Dios! ¡Vacíen delante de Él su corazón! ¡Dios es nuestro refugio!”.