Soy una creación de Dios, bendecido por una herencia divina.
Creación de Dios
Si alguna vez dudo de que soy digno de las bendiciones de Dios, recuerdo la Verdad: Soy una creación de Dios, y por medio de su gracia, merezco toda bendición.
La voluntad de Dios para mí es que sea sano y pleno. La vida divina fluye por cada célula y átomo de mi ser, sanando lo que necesite ser sanado y sustentando la vida en todo mi cuerpo. Gozo de vida abundante. La gracia obra en mí y a través de mí bendiciéndome con amor y prosperidad.
Tengo acceso a toda la sabiduría y comprensión que necesito para ser feliz y tener éxito. Sé qué hacer y cuándo hacerlo. La gracia divina me empodera y me guía por el camino que más me bendecirá.
Sal 107:1
Esteban estaba lleno de gracia y del poder de Dios, realizaba grandes prodigios y señales entre el pueblo.