10 de Abril de 2022- Domingo

Fortaleza

Nuestros cuerpos responden a nuestros pensamientos y sentimientos. Si me siento deprimido o infeliz, mi cuerpo lo percibe. Si me siento con estrés y con apuro, mi cuerpo se pone tenso y se cansa.

Del mismo modo, mi cuerpo responde rápidamente a los pensamientos positivos.

Cuando afirmo con convicción: Estoy lleno de la vida, la fortaleza y la energía de Dios, despierto estas cualidades divinas en mí. 

La vida y la inteligencia en mi cuerpo responden, y siento una oleada de energía en todo mi ser. 

La vida sanadora de Dios fluye por medio de mí y la invoco mediante mis pensamientos y oraciones afirmativas. 

Al hacerlo, tanto mi cuerpo como mi mente y mis emociones son fortalecidos y edificados.

Isaías

Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.