Vida
Vivo una vida de amor, una vida vivida a plenitud.
De tiempo en tiempo, puede que ciertos aspectos de mi vida me frustren. En momentos como esos, tomo tiempo para reflexionar y darme cuenta de que tengo el poder para cambiar lo que quiero cambiar. El profeta, Kahlil Gibran escribió: “Tu vida diaria es tu templo y tu religión”. Mi vida es importante. El modo como vivo refleja mis valores, intención y propósito.
Al compartir el amor de Dios en mí, mi vida es enriquecida. Cuando trato a mis familiares, amigos, compañeros de trabajo y a todos los demás con comprensión y respeto, todos somos bendecidos. Vivo una vida con propósito. Hablo y actúo con autenticidad, confianza y entusiasmo, y mi vida es plena.
Por lo tanto les digo: No se preocupen por su vida … ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?—Mateo 6:25