Enfermedades de transmisión sexual en los hombres
Las enfermedades de transmisión sexual en el varón tienen las mismas causas que en la mujer, con la pequeña variación de los síntomas que marca su anatomía masculina. La prevención es fácil y evita patologías que pueden costar la vida.
¿Qué son?
Las enfermedades de trasmisión sexual (ETS) son aquellas que tienen entre sus formas de contagio las relaciones sexuales.
La incidencia y distribución de las ETS muestra una gran variación en espacio y tiempo y viene condicionada por factores determinantes de tipo demográfico, sociocultural, individual y microbiológico.
La composición de grupos de población con predominio de jóvenes, con patrones de conducta concretos como la promiscuidad, la prostitución, la dependencia a las drogas, el no practicar la circuncisión y sobre todo la desinformación son factores indirectos que favorecen la extensión de las ETS.
Mientras que algunas tienen poca importancia hay otras que pueden costar la vida.
Signos y síntomas
La clínica en el varón puede comenzar con signos y síntomas en genitales externos, sobre todo en el glande, prepucio y uretra, aunque también puede dar sintomatología bucal o rectal en homosexuales.
La aparición de úlceras y excrecencias de aspecto y forma variable, vesículas y zonas enrojecidas, así como la presencia de supuración uretral podrían ser los signos primarios más frecuentes.
El escozor al orinar, el picor y las molestias dolorosas en la zona primaria afectada representan los síntomas más comunes de las ETS en el varón, aunque hay algunas que dejan de estar focalizadas y dan afectación general que puede llegar a ser muy grave o mortal.
En algunos casos las lesiones iniciales se acompañan de bultos linfáticos inflamatorios o adenopatias. A veces, estos procesos pueden ser inicialmente asintomáticos.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en el reconocimiento de las lesiones y sus características, apoyada por la historia clínica del paciente.
Puede ser útil la visualización a través del microscopio de una muestra tomada del fluido uretral, o de la lesión en cuestión para intentar ver los gérmenes que hay en ella.
El cultivo, si es posible, nos indicará con toda certeza la infección que se está produciendo, incluso puede proporcionar un antibiograma. En ocasiones el diagnóstico sólo es posible por medio de técnicas de laboratorio.
Gérmenes que las causan
Hay múltiples gérmenes que pueden trasmitirse en las relaciones sexuales y causar patología.
Virus
Actualmente, los virus son los gérmenes de más importancia por su carácter incurable o de difícil tratamiento como es el virus de la inmunodeficiencia humana responsable de la enfermedad del SIDA, el virus de la hepatitis B contra el cual existe hoy día una vacuna muy efectiva, el virus del papiloma humano que causa verrugas genitales, el virus herpes tipo II responsable de los herpes genitales y otros virus diversos que se transmiten en las relaciones sexuales.
Hongos
Los hongos son representados con más frecuencia por las cándidas que ocasionan la candidiasis. Ésta se presenta en el ámbito genital como una uretritis caracterizada por zonas enrojecidas ocultadas generalmente por grumos blanquecinos.
En general, las uretritis se caracterizan por una secreción uretral más o menos consistente asociada a escozor variable en el momento de la micción, y son muchas las causas infecciosas que pueden ocasionarla.
Protozoos y bacterias
Otros gérmenes que producen ETS son los protozoos como las tricomonas que dan lugar a las llamadas tricomoniasis.
Gonococos
El gonococo produce la uretritis gonocócica, que es de sintomatología temprana e intensa y si no se trata precozmente se extiende a zonas intermas ocasionando afectación extragenital que afecta a todo el organismo.
Bacterias
Las bacterias como los micoplasmas, gardnerellas y algunas enterobacterias producen ETS. Otras bacterias implicadas en ETS en el varón son los treponemas, algunos de los cuales dan lugar a la sífilis que se caracteriza por la aparición de una úlcera inicial indurada e indolora en la zona de contagio y que desaparece espontáneamente. Si no se trata precozmente da lugar a la aparición de fasesmás tardías de la enfermedad que se expresan con lesiones en piel y mucosas, afectación cardiovascular y lesiones neurológicas.
Hay otras bacterias que producen úlceras o chancros de inoculación y que se trasmiten por contacto sexual, como es el caso de algún tipo de hemophilus que da lugar a una lesión en la piel llamada chancroide o chancro blando, que suele ser múltiple, blando y doloroso.
Las bacterias del tipo donovania causantes de granuloma inguinal y las del tipo clamidia causantes del linfogranuloma venéreo causan también nódulos que se ulceran.
La mayoría de estas enfermedades son poco frecuentes en nuestro medio gracias al uso de los antibióticos, apareciendo fundamentalmente en países tropicales, y su prevalencia está unida a la pobreza y a los bajos niveles de higiene.
No obstante hay que tenerlas en cuenta ya que cada vez máspoblación proveniente de esas áreas del mundo cohabita en nuestro entomo.
Prevención
Ante las ETS, ya sea en el varón como en la mujer, la mejor conducta es la prevención. Los métodos anticonceptivos de barrera, los preservativos, deberían ser siempre utilizados en aquellas relaciones sexuales esporádicas, así como en las parejas promiscuas, reservando otros métodos anticonceptivos para cuando la pareja haya alcanzado un grado de madurez suficiente y sean una unidad cerrada.
En caso de contagio, debe analizarse el hábito de vida del paciente y el número de parejas, debiendo investigarse cada una de ellas si fuese posible.
El tratamiento debe ser conjunto para evitar el efecto ping-pong, esto es, que se cure uno de los miembros de la pareja y otro no, de modo que el segundo vuelve a contagiar al primero.